Friday, March 25, 2011

Automáticamente

Quizás la propuesta no sea tan inocente… Estoy allí, en frente y no logro sumergirme entre los gestos. Parezco actuar automáticamente impulsada más por el juego que por asuntos reales. Me tienta la curiosidad por arreglar algunas tablas mal puestas, abrir alguna visión o camino… Es cuando aparece lo físico y el pasado, que destruyen toda intención.

Contracorriente

Es necesario que el aprendizaje entretejido sea atacado sorpresivamente por su fuerza contraria.

Provocación al Pensamiento bduahoj94js

¿Qué precio tiene que pagar cada cual para ocupar su posición en el mundo?

Monday, March 21, 2011

Provocación al Pensamiento bfriej94js

Me di cuenta de lo esclava que soy del pensamiento y la palabra, entonces callé.

Nubes

"Hay Nubes que pasan presurosas saludando los pueblos y los valles".
Jamas las había amado tanto...

Thursday, March 17, 2011

Gracias

Por tu miedo y por el mío.

Futuro

Aún no soy "dueño" de ese momento.

Provocación al Pensamiento bzhbdj78

Temiblemente dueños de nuestros pensamientos.

No estuve

Pasaba las hojas, plácidamente mi mente se iba conectando con aquellas imágenes que emitían sonidos y movimientos, me adentraba y hacia diálogos profundos recreando mis historias y personajes.
Se desparramó el tiempo, queria volver pero sólo fueron intensos segundos aquellos...

Wednesday, March 16, 2011

Un día fui calle







Recolectar dinero parecía un reto negado.
Pasó un minuto... toda aquella compresión que habitaba en un cuerpo pareció liberarse, tal cual la magnitud de aquella gran avenida.

Sincronicidad

Se asoma e instala por pura casualidad.

Thursday, March 10, 2011

Escenarios


Por fin encontré en toda la ciudad, otra escenografía donde ciertamente no se termine siendo parte de la misma obra en que el director ha marcado las mismas pautas de diálogos, vestuarios, gestos, risas, mayoría de pensamientos...

Nota

Es posible que sea necesario suprimir alguno de estos sentidos para que el otro sea, y salve el instante.

Monday, March 7, 2011

Arrugas

Me encanté al ver las arrugas canela de aquella mujer que contorneaba trabajo, alegría, sufrimiento, días, situaciones, sueños...

Periódicos


Dime niño... ¿Que harás? Ahora que en tu futuro se perfila la cárcel por haber creído certero matar a tu padrastro para salvar a tu madre. Tener para siempre en tu memoria el cuchillo traspasado y luego oír reproches de tu madre: "Por tu culpa ha pasado todo". Entonces se desborda tu confusión: ¿Debiste haber hecho eso? ¿Esa es tu madre, la única que tendrás? ¿Que es una madre? La mayoría de mujeres tienen la facultad de parir pero... tu vas a la cárcel, allí estarás sólo y quizás no comerás, tal vez te violaran y/o te enseñaran un nuevo mundo de vicio que habías rechazado, pero ahora qué mas da. Mientras tanto lo importante en los periódicos es Miguel Vargas Vs. Hipólito Mejía, y a ti sólo te inscribirán en otra historia fatal de mi país, como cualquier otra.


Thursday, March 3, 2011

A solo RD$ 20, Compré el Boleto de la Conformidad


Caminando en grupo, en par o sin par, nos dirigíamos dispersos al fatídico medio. Era una enorme capsula de colores roja, blanca y negra, donde íbamos ingresando voluntariamente. Aunque habrá costado la educación y el desayuno de niños, el suero y la medicina de cientos de enfermos o la alimentación y vivienda digna de familias, era evidente que habían tenido cuidado en algo, la oferta del aparato tipo secador sería tan obvia que asustaría y lo bastante solitario para recibir las disimiles dosis.

Sentados o de pie y sin ninguna restricción de edad, sexo o color, aquella gran capsula nos dividía en pequeños grupos, semejante a las tómbolas de la lotería que día tras día esperamos ganar o aquellos genocidios de los años 60, que en este caso estaba dirigido a la muerte mental.


Era el silencio, el absurdo eco del silencio que despertaba aquella rara inquietud. Recordé a Sócrates, me armé de valor y decidí enfrentarlo con el arma letal; cuestioné al silencio. Me encontré con una cara, y con otra, y con otra. Todas parecían danzar un mismo tango, aquel que refiere Pierre Kalfon, expresando el “pensamiento triste que se baila” de ‘la década infame’ donde se evoca la miseria social de una sociedad donde triunfan preferentemente delincuentes y tramposos, donde campea el comportamiento de sálvese quien pueda. Cabizbajas y produciendo aquel abismo que tanto me aturdía, ya no reconocía la hospitalidad y alegría que profesaban los anuncios llevados al extranjero, el bullicio característicos en los aviones o las anécdotas de los ancestros.

El silencio dejó de incomodar cuando se acopló al retumbe de mis pensamientos que poco a poco iba abriendo mis sentidos; ya veía, olía y escuchaba diferente. Yo era cada rostro, cada parpadeo de ojos que se había resultado el movimiento ganador. Como toda una arqueóloga, encontré rastros de un cansancio viejo que se había convertido en una actitud extenuante y lesiva. Vi la imagen de almas en un purgatorio, en este caso, cuerpos de nuestra sociedad que sirven en las telefonías mas importantes, en lujosas torres, en restaurantes, aquellos que intentan superarse con libros de inglés en sus manos o los que han robado nuestras piezas de carro,…


De repente, pensé que la situación dominante se había liberado al pasar de las ráfagas de imágenes oscuras a las de imágenes de la ciudad. Eso creía, las dosis seguían su curso pero mi panorama pasó a encapsularse en las cientas de casitas que se veían sobre las montañas. Agudizaba la vista y por las reglas del lugar, gritaba por dentro: Miren Miren; pero nadie escuchaba. Ya no sabía si volver a dirigirme a ellos, que habían formado cimientos dándole vuelta a como alargar sus sueldos mínimos, mientras otros optaban por evadir el pensamiento, socorriéndose en una terapia psicológica popular, bebidas en los colmadones. Nadie se atrevía a mirar por las ventanas de vidrio como si estas nunca hubiesen existido, no miraban ni sentían el cambio. Volví a insistir y me di cuenta que no solo estaban saturados de ver aquello, sino que son ellos mismos quienes habitan aquellas viviendas, son ellos mismos quienes recorren aquellos callejones estrechos e inseguros, aquellos que colocan el envase para las goteras del zinc incontablemente reciclados,… De forma sarcástica son los únicos que diariamente pueden ver el conjunto y al mismo tiempo, palpar las casas; por ello, son ellos quienes han cerrado la gran capsula aun estando abierta ya que se cuestionan el porqué volver a recordar aquello.


Esto me había costado 20 pesos, que volví a pagar para el regreso. Tantos entrando, tantos saliendo, no concebí como podían volver al otro día y al siguiente. Día a día formaban un mes, un año, décadas, vidas; nunca gritaban ni pataleaban.

Por fin empecé a escuchar un murmullo y emergían palabras y oraciones bastantes racionales que pronto fueron aniquiladas: “Shh! Ya no puedes pensar más”, se decían a sí mismos. Entonces recordé que la gente tenía que comer, por comer no hablaban más que para sus propias narices o más que para sus propios oídos sino alcanzaba interrumpirlos los discursos armónicos de música clásica que periódicamente prometen y divulgan fábulas. Fue cuando uno reafirmó: “Estamos sujetos a toda autoridad”, en aquel momento los demás jamás hablaron.

Explotaba en mi misma y buscaba sin saber reconocer, si era el imperceptible sonido de los rieles o del abordaje, la ráfaga de imágenes o algún químico especial, que producía la miserable conformidad. Al final somos un complejo estilo creado por Trujillo, Balaguer, … pues como dice Almodóvar “Cuando una película tienen uno o dos defectos, es una película defectuosa, pero cuando tiene tantos, esos defectos les dan estilo”. En nuestro caso, el estilo funciona como un agujero negro, nacido y en miras del método de la implosión.


“¡Nuestra parada!”, en la que nunca pude dejar mi boleto, quizás tampoco mi juicio pues no los encontré para devolverlos. Me los quedé. En una descarga de respuestas y búsquedas, Calle 13 me gritó “No existe un método absoluto para desarrollar una revolución. Se vale to’”.

Paradojas


Ayer se pronosticaba caminos hacia varios rumbos pero surgieron situaciones inesperadas que cambiaron mi brújula. Luego de algunas vueltas, llegamos a aquel edificio un tanto fastuoso que se adornaba con niños y sus delantales, sonreí ante aquella bella burbuja a la que durante años llegué a pertenecer. Como lo no esperado resulta ser mas espontaneo, en miras de conocer un acuario, había llegado al Museo de Arte de Puerto Rico. Siglo XVII, arte contemporáneo, exposiciones permanentes,… estas fueron las palabras de bienvenida.


Ante un preámbulo de obras que hablaban de dioses, reyes o alta sociedad, llegamos a una sala que por fin despertó mi interés. Empecé a leer más y a tomar fotografías. Era la sala de Francisco Oller, aquel pintor quien “estableció las bases para una pintura en que la afirmación nacional se plasma en la representación de las costumbres y vida jibaras como símbolos de la puertorriqueñidad ante la amenaza de la asimilación cultural extranjera”. Vi una señora pelando plátanos, un campesino con unas canastas, y la obra que mas llamó mi atención, aquel hombre con buen porte que aguardaba en su mesa una estatua de la libertad. Allí rememoré a un recién conocido, con quien hable unos 20 minutos antes de emprender esta marcha y con quien compartí ideas que evidenciaba las múltiples complicaciones de esta sociedad, la que empecé a vivir hace cuatro meses y la que dejaré en una semana. Saqué de mi cartera aquel regalo que me había dado, que en definitiva vale más que un bolso de Prada, era la “Propuesta Preliminar del Comité Negociador” hacia el Presidente de la Torre, aún no la había leído. “Señorita, no se puede tomar fotografías”, guardé todo.


Continuamos la procesión hacia nuevos caminos… desesperada por ver más sustancia mejorada de lo anterior. Subimos al cuarto piso y aunque ya se acababa el tiempo de estar allí, en un fulminante remolino de ideas y distintas formas de expresiones, me encontré con las tardes de Loiza, camas semitendidas, casas viejas con bombillitos de navidad, bizcocho de cumpleaños o de un año nuevo 2002, una venta de perfumes sobre una mesa al aire libre, peleas de boxeo, una joven pintando las paredes de su casa, una barbería con un letrero que solicitaba “Solo se habla español”, jóvenes tirándose del trampolín del puente 2 hermanos, un cartel que decía “Toda clase de frituras, hechas en la casa, Mondongo los lunes”; Además conocí a Ledi Silva, primera dama motociclista de Puerto Rico (67 años), las vedettes y me reencontré con Carlos Arroyo, a quien meses atrás ni había visto y de quien hoy, hasta yo me siento orgullosa. Entonces, una frase de unos estudiantes de humanidades de la UPR que había leído en los periódicos el 21 de abril del presente año, tomó forma: “El arte es la mentira que nos permite comprender la verdad”.


Sentía como aquella edificación me apretaba y con unos ánimos involuntarios de escribir, deseaba parar el tiempo, callando los movimientos de mis acompañantes y sentándome a vaciar pensamientos. Me empezó a molestar aquellas paredes tan rectas, tan bien hechas y solicitaba en mi mente gente en movimiento, mucho movimiento con sombreros, pantalones remendados a las rodillas y vestidos de flores, me encantaba con la idea de una fiesta con todas aquellas personas estupendas que había conocido en estos pocos meses. Empecé a ver esencia, sueños que no coordinaban con lo que veía fuera; pero en definitiva aquella esencia me encanta más, hasta un punto en que quería quedarme allí y sacar de esos cuadros o exposiciones a aquellas personas para que simplemente me hablaran. El tiempo en el lugar ya terminaba pero el sabor continuaba... Aquella sensación fue tan corta pero aun así, intensa.


Nuestro nuevo rumbo seria el verdadero templo, Plaza Las Américas, reía a carcajadas por dentro, reía aun mas al verlo tan lleno de gente, envidiaba lo que allí se ofrecía para buscar la manera de poder llevarlo a los portones de la universidad. Pensé que entre los lugares visitados había leves diferencias, sobretodo, uno era extremadamente mas asediado por personas y el otro era más sincero. Sincero, aun no sé porque he pensado en esta palabra que esta desencadenando innumerables ideas contradictorias en mi concierto de pensamientos. Sinceridad es “la actitud congruente que se mantiene en todo momento, basada en la veracidad de palabras y acciones”, olvidemos esto último.

Mejoraré mi propuesta y diré que el Museo de Puerto Rico realza la cultura y los valores que una vez pertenecían al país y que me recuerdan un tanto al mío, es como explica Ernesto Guevara “Dejar atrás lo que llaman civilización, acercarme más a la tierra”. Mientras que Plaza Las Américas se exhibe como una transición de una generación que prefiere cerrar sus ojos y vivir en esa caja que manipula el tiempo y los pensamientos de los individuos invirtiéndolos en la acción incansable del consumismo, quizás para llenar vacios. Lo temible es que la pesadilla de esta generación sea la cultura popular de la siguiente, si ya no es una cultura.


¿No amar quienes somos: nuestra pobreza, errores, sueños, ideologías, costumbres, cultura? Alguna vez le preguntaron a Sabina su amor por lo latino, este respondió: la propuesta europea… “Me parece una propuesta que no tiene nada nuevo que ofrecer, es un club de ricos amurallados y aburridos, para que no entren los pobres, lleno de joyas. Y América Latina me parecen países jóvenes donde se habla mi lengua y donde cada día me sorprenden cosas distintas.” Es la necesidad de convicciones fuertes y el trabajo incansable hacia el cumplimiento de las mismas, en estos momentos descansa primordialmente en la educación, como dice mi filósofo favorito, Sócrates, “Una condición previa de la democracia era que el pueblo recibiera la enseñanza necesaria para poder participar en el proceso de democratización… Una joven democracia requiere que el pueblo reciba una buena enseñanza.” Si todos contribuimos y pensamos así…

Finalizo como termina la película “Diario de Motocicleta” ante la culminación del viaje:

“Fue nuestra visión demasiado estrecha, demasiado parcial, demasiado apresurada. Fueron nuestras conclusiones demasiado rígidas. Tal Vez. Pero ese vagar sin rumbo por nuestra mayúscula América me ha cambiado más de lo que creí. Yo ya no soy yo. Por lo menos, ya no soy el mismo yo interior”

PD: Feliz porque volví a escribir algo… Y como dice Sabina: “Yo no puedo vivir sin escribir canciones, pero es porque la vida no se parece a como uno quisiera… Es un modo de corregir la vida, un modo de quejarse, el derecho al pataleo, es lo que haces cuando no tienes lo que quieres.”

In-Out

Entre dones y no dones... Ciertamente no es fácil distinguir entre el alma mas limpia ya que aun siendo pura un alma, quizás sea aquella la que enredada en su cultura no sepa expresarse. "Afortunada" aquella que mediante sus dones, teje entre artimañas un escenario que interiormente no le corresponde. Sin que debiese ser así, lo que triunfa por mucho tiempo, es ciertamente lo que logra verse.